Evolución y razón de ser
Tal vez mi profesión no lo es todo, por un
momento creí que alcanzando mínimamente la sabiduría con ello lograría un tanto
de estabilidad dentro de mi razón de ser. Si, el mundo científico te deja sin
premisa alguna, llegué al momento de mi vida en el que casi respondo todas mis
dudas sobre la existencia humana, pero lo único que te dice la ciencia dado el
tema de tu existencia es que no eres
más que un saco de carne, después de todo no hay nada especial en ti, no eres
las cúspide de la evolución y todos los seres habidos y por haber tienen su propia línea evolutiva y tú no eres
una singularidad, no eres un rasgo divino, sólo eres una aglomeración de
cambios a través del tiempo, y nada más ¿tu fin? Existir, sobrevivir, hacer
permanecer tu especie y morir para la formación de nuevas cosas, entrar al
ciclo, ese es tu fin. No hay nada más que la cruda realidad dentro del mundo,
no hay un espíritu que vuele por los cielos y logre conocer cada parte del
mundo, no puedes saltar entre dimensiones, ni siquiera puedes conocer a Dios,
Dios no existe, no es nada más que vagos escritos entre la gente que busca el
orden de la sociedad, quien dictamina tu bondad o tu maldad.
Y el amor, el amor humano es como lo
escriben en los libros, nada más que el cortejo, la copula y culmina en él
nuevos seres, seres egoístas como cualquier otro, que luchan por su
supervivencia y nada más, luchan por los suyos ¿para qué? Para entrar al ciclo,
para el buen vivir de ellos mismos. ¿Espiritualidad? Fantasías del mundo para
que otros se alimenten de ti para su propia supervivencia-religiones y esa
índole-, tu espíritu desaparece cuando tu cerebro muere, es real, es verdad y
hacerlo bello como el arte hace de nuestra existencia, es una manera de
aminorar el golpe de la realidad a la que nos enfrentamos, magnificar las cosas
de la existencia del ser, es sólo una manera más de creer que hay más propósito
en nuestra vida de seres pensantes a la de una planta, que no se mueve, ni
articula una palabra. Darle mayor beneficio y valor a seres que resultan
agradables a la vista, que son impresionantes o proveen recursos para nuestra
supervivencia, esa es la realidad cruda y verdadera.
Esa petulancia del ser humano ante otros
seres, en la que se jacta de tener un don especial mejor que cualquier cosa, porque
construimos cosas, inventamos cosas,
hacemos del mundo algo mejor, cuando sólo son unos cuantos, contados son
los genios que descubren el hilo negro. Podría decirse igual de las aves que construyen
nidos resistentes o mamíferos que elaboran presas y madrigueras. ¿Seres
sociales con comunicación? Incluso las plantas son capaces de comunicarse entre
ellas, incontables animales tienen un sistema social, ¿lenguaje? Las hay aves
que tienen distintos cantos.
Creo y llego a la misma conclusión de que
el sentido humano que se les da a las cosas las vuelve bellas, esa emoción que
surge cuando lees una novela con amoríos y desencantos, en los cuentos que
brindan vida humana a todos los seres, como ruiseñores que se sacrifican por una
rosa, son una única buenaventura de nuestra existencia, porque no puedo negar
cuanto me complace el arte en general, cuantos sentimientos hallo dentro de él,
esa imaginación infinita dentro de una mente humana es sumamente magnífico. Por
ende la única finalidad dentro de nuestra existencia es nuestra propia
satisfacción, alcanzar la totalidad del placer, nuestra felicidad propia y
llegamos al inicio, el fin es permanecer y si no, entrar al ciclo.
Usted juzgará
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