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lunes, 19 de enero de 2015

Sin presencia (19)



Capítulo 19 






Querido amigo:






No hace falta que resuelvas el acertijo, ya he dado todo por perdido, el odio me ha corrompido hasta la mas mínima molécula de mi cuerpo, y me cubre un desmesurable deseo de venganza.






Hubo una ocasión en la que escuché hablar a un par de muchachas, y hablaban tan dulcemente, brotaban de sus labios exquisitas palabras, no porque la palabras fuesen bellas sino el tono con el que las articulaban. 


Habían sido víctimas de la cortina de humo que el amor trae consigo, y cuando finalmente desapareció, el dolor y la pesadez arrastraron sus ingenuas almas, y poco a poco se dejaban llevar por el juego de las ataduras, de la esclavitud a su propio arrepentimiento, con vida creciendo dentro suyo, sin saber que ese ser era tan valioso como ellas, odiaban aquel día que entre las sábanas, el amor yacía en su máximo esplendor, ese acto de unión entre dos espíritus, uno de los actos más extraordinarios que la naturaleza ha creado, y es que es tan mágico que la vida misma se crea en ello, y a la vez tan trágico que miran su corta vida, tan buena y plena, alejándose poco a poco de ellas, observando su posible futuro llevado de la mano con el fracaso, y parece que no existe salida hasta que ante sus ojos, se encuentran con la existencia más tierna de todo el universo, le miran a los ojos y comprenden cuán hermosa es la vida, su propia vida. Y algunos otros, desalmados y con el corazón roído, enlazan a la creación con la desdicha, el acto de amor en un suceso horriblemente violento.






Yo dormía y soñaba con las golondrinas, volando a mi alrededor una detrás de otro mientras tanto él entraba con presteza, sigiloso, tan silencioso como las leonas acechando a su presa, me tomó de la cabellera con una fuerza impresionante, quise gritar pero para mi desdicha era demasiado tarde, él estaba sobre mi, con sus rodillas en mis brazos, y en voz baja dijo "silencio o te mato, anda y mejor recita otro de tus discursos", con el miedo que me erizaba el vello, sólo pataleaba, la sangre me hervía de coraje, y en mi mente sólo tenia su imagen del hombre yacido muerto, gritaba y nadie me escuchó, entre la oscuridad su rostro se posó en la luz de la luna, era uno de los muchachos que en el movimiento vestía de amarillo, tanta decepción penetró en mi alma al verlo, y en un instante, el tiempo se detuvo, ha sido el dolor más grande de mi vida, sentía como la carne se abría, se desgarraba, la tibia sangre mojaba la camisa larga que llevaba puesta, mi dignidad se iba poco a poco con ella, recorrí con mucha cautela el hilo de mi vida, vi a mi madre, a mi padre, a mi hermano, a ti, los miraba y me avergonzaba, más que vergüenza, la tristeza se fue apoderando de mi, dejándome sin pizca alguna de esperanza. Fue el momento más largo que una ópera se Bizet, o todo el conjunto de las sinfonías de Beethoven. Sufría mi cuerpo, el Yo mío que estaba dentro imaginó que existía el amor, y lo remplazó por el deseo más mezquino de todos, la venganza. Es mucho más sencillo el encontrarse con la satisfacción de ésta, que perdonar . 






Lo pagará, sigue viviendo con nosotros, pero es un ser tan desalmado que ni la menor culpa le duele o le ronda, es como si de su memoria aquel tan horrible suceso se le haya borrado por completo, sé que él lo recuerda, sé que él no es más que un hombre tan malo como un asesino porque asesinó mi espíritu, lo quiero perdonar, mi buen amigo, pero no puedo, sólo al verlo quiero verlo sufrir como me está haciendo sufrir a mi; cada noche me recuesto pensando y con miedo a que entre de nuevo, quisiera estar alerta por un momento para que cuando él llegue lo asesine a sangre fría, pero en ocasiones el sueño me suspende, no hallo la manera de perdonarle y no vengarme.






Querido amigo, yo no sé mucho de la vida, yo sólo he vivido de la literatura, del cine, de la música misma, no he tenido un amorío, sólo he soñado, he soñado que logro subir el último peldaño de la vida, aquel que abarca la sabiduría y que encuentro al amor, no a una persona sino a un algo cósmico, ese algo que me ayudará a comprender al mundo y a mi misma, eso soñaba durante toda mi existencia, y ahora me siento corrompida por el pasado, el pasado que me agrede, me atormenta, me llena de tristeza, de dolor, quiero olvidar pero no puedo, ahora los sueños son sólo pesadillas, la misma pesadilla, intento con toda la fuerza que mi mente carga, superar éste obstáculo que la vida colocó en mi camino, ahora mi corazón lo siente, esas ansias de llorar cada momento, notar que no eres nada comparado con otros, que cualquier persona tiene poder sobre ti, moriré ahogada si éste nudo en la garganta crece, expandiendose sobre todo el esofago, destruyéndome. 






No temas amigo mío, seré fiel a mi conducta, soy diferente, tengo una visión distinta, y por algo he creado un criterio indestructible, yo creo en el mundo y que todo puede mejorar.






Con amor, Lúbia.

martes, 13 de enero de 2015

Sin presencia (18)

Capítulo 18 



Día 3






Yo sé que no me despedí de ti, eres la persona más valiosa de mi vida, pero esto te ha de llegar porque tengo un gran amigo que estoy segura que te lo entregará.


¿Despedida? Esto requiere de mis seis litros de sangre, de mis entrañas, de todo lo que he sido y soy. 






Nunca fui lo suficiente para ti, no te culpo, pude ser todo y nada a la vez para ti, pero aún así te quiero, más que quererte, te amo, eres mi madre y sin ti yo no hubiese sido ni migajas, lamento no ser como tú, tan bella, tan ambiciosa, tan fuerte, tan llena de vida, llena de actitud, "de esas mujeres que sin inspirar una pasión violenta, ejercen un encanto invisible sobre todos quienes le rodean" como dice Gabriel García Marquez, en Las mil y una noches o Goethe —no estoy segura—... ¿Qué digo? Todo lo contrario de lo que soy, quisiera haber sido lo que tu querías, ser una niña especial, no sólo ser un orgullo para el mundo que es tu amigo y dentro de casa ser lo peor para ti, pero te entiendo, ni yo me quiero un poco, es extraño, mi bella flor porque he leído tanto de amor, que soy la acepción a todo libro, soy esa cosa que llaman los científicos "incertidumbre", porque amo a todos aquellos quienes en mi vida cruzan, pero sucede que yo no veo nada para amar en mi misma, incluso ni si quiera puedo verme con claridad en un espejo, créeme, pero te amo a ti, amo a mi hermano, amo a todos los inquilinos del edificio Acuarela, los amo.






Perdona por aquella vez que con tu amigo (novio) me reí del miserable, era un idiota y lo sabías, ese día estaba furiosa, a las 12:00 am él y tú llegaron a casa, y sin importar tu cansancio, te dispusiste a hacerle una cena al señor, sentí enormes celos, desde hace diez años de mi vida, no habías hecho eso ni para ti misma, ¿qué era él? ¿El amor de tu vida?, maldigo ese día, y aún así me dijiste que jamás nos mirábamos las caras en la semana y justo cuando estabas conmigo me burlaba de tí. No estoy juzgándote mamá, pero jamás estabas en casa porque no querías, lo único que deseabas era dinero, y a ese horrible hombre.






Perdona por aquel día que me embriagué, llegué con la falda rota, había robado a unos comerciantes del mercado, y debajo de un puente, fume tanta marihuana como pude, tomé whisky barato y la cocaína me mantenía viva, fue bello, pero no recuerdo nada si puedo confesar, al día siguiente me miraste con tanto odio y dijiste "¿no eras muy inteligente? Y mírate. ahora eres una pendeja, ándale por creída caíste como pendeja, te las das de muy inteligente y sigues siendo estúpida" pero si pensases un poco las cosas, algunas personas presumen de lo que carecen.






Sé que siempre creíste que yo indagaba tu "deficit de capacidad de razonar", pero no es así, disculpa que si mi comportamiento había vanidad, y que parecía petulante a tu percepción, lo siento, no eres una madre estúpida, tú lo sabes, pero creo que también sabes que soy el demonio encarnado. Soy lo peor, lo sé y me consideras como todas las locas de cada familia, lo sé, pero eso ya no importa, me iré pronto y éste demonio que presume de inteligencia, se irá de tu vida, se fue mucho antes de perder la suya, mi amigo tiene instrucciones: si muero ha de entregarte esto si no, no te dirá nada acerca de mi, y ni pienses que regresaré a casa.






Perdona todos los días que me odiaste por un momento, te estoy recordando esto para que no te duela que jamás habrás de verme de nuevo, soy la más malcriada, la peor persona, la mas burlona, la más terrible, la más cruel, y sí... ¡Sí mamá! Siempre quise molestarte cada vez que te veía, porque odiaba tanto tu desdén de "estoy cansada, tengo deudas, quiero dinero, amo trabajar hasta desgastarme los huesos", siempre quise hacerte infeliz, ese era mi objetivo contigo.

Lúbia 

lunes, 5 de enero de 2015

Sin presencia (17)

Capítulo 17 



Jamás lo había pensado, jamás me habría aventurado como ella, el mundo estaba hecho trizas, siempre estuve consciente del horror que había en las calles, en la ciudad, en los estados que subdividían al país que yo habitaba, yo tuve siempre en cuenta que existía una enorme enfermedad, una enfermedad aún peor que la cólera o la peste, pero nunca tuve el carácter suficiente para liberar al pueblo, y ella lo hizo. Creí que era una soñadora, que escribía y se dedicaba al arte, que trató de conocer al mundo, pero era eso y más, tenía algo que ella agradecía tener, el poder de ser invisible y no ser recordada; estaba situada con un grupo dedicado a hacer movimientos sociales.


Planeaban una revolución, en la que todo entraría a una nueva era, pero no era una revolución cualquiera, ésta era diferente, se decía que para lograr un cambio era necesario el derramar sangre, pero el grupo de Lúbia tenía una mejor idea; la paz sería la triunfadora, aquella que con tomar vuelo arrasaría con quienes atentaran en contra suya, había un plan, un bello plan.


La sangre se derramaba a chorros en cada parte, el mundo estaba vendido a extraños, y algunos tenían mucho más que otros, los precios aumentaron, los sueldos bajaron, se cobraba impuesto al quien se atreviese a respirar, la gente cada vez trabajaba más, el transporte público aumento el precio un 120%, olía a muerte, a destrucción ante todo a corrupción, a mentiras, a promociones de esperanzas que jamás habían de llegar, así era el mundo, y estaba por cambiar.


Aquel día el grupo de Lúbia estaba alistándose para el plan, con símbolos de paz, silencio y la sabiduría en mano estaban por zarpar, formados saliendo de la selva, todos, vestidos de los siete más bellos colores, caminaban, sólo caminaban y sobre unas lonas blancas escrito con letras rojas se hallaban las palabras "justicia, verdad y paz", silenciosos y con un solo propósito, ser escuchados, caminaron por todo el camino hacía su destino, por desgracia, al ser un acto de "no sé qué" Lúbia desapareció, todos aquellos, quienes con libros en las manos, silenciosos y pacíficos,desaparecieron.


Se preguntará usted ¿por qué?, estamos a la par, unos jóvenes que ni si quiera, ni por un momento usaron armas fueron simplemente desaparecidos, pero he aquí el verdadero poder de Lúbia.... 


Los agentes federales tomaron a cada uno, los esposaron y subieron a camionetas comunes y corrientes, Lúbia estaba ahí y presencio cada minuto del suceso, nadie la vio, ella se quedó estática y su rostro no podía creer tal atrocidad del momento. Y sin que nadie preguntase quién era, subió sin ningún problema a la camioneta, en el asiento delantero junto al chofer. Llegaron a un lugar inhóspito, con un aroma putrefacto, había sólo lodo y muerte, era de noche, y Lúbia no lograba ver mucho, sacaron a sus compañeros de las camionetas a rastras, ellos no se quejaban, estaban pacientes y miraban a Lúbia con cierta esperanza, cada uno fue acomodado en fila, hincados con la frente baja, uno de los oficiales se les puso de frente y gritaba amenazas, Lúbia se puso en posición de sus compañeros y dijo "Somos hombres y mujeres, jóvenes que quieren ver un cambio, usted no lo entendería porque ha dejado de lado todo, hasta su moral y su buena voluntad por seguir ordenes, pero vea esto, yo sé lo que quiere, quiere asesinarnos, ese es su plan, pero cuando recuerde y vea en sus sueños nuestros rostros, la culpa de carcomerá el alma, imagine cuando su hijo o hija los mire con orgullo cuando realmente está mirando a un títere que mendiga dinero por asesinatos, de gente que quiere un cambio, pero usted no lo entiende, y como usted existen muchas personas, es hermoso como ni si quiera puede verme pero mucho le retumban mis palabras, mire que bello siente que me busca entre estas personas y no encuentra el provenir de mi voz, ahora escuche, y aléjese, vaya a su casa pensando que hizo lo correcto o quédese y muera, entre las manos de un fantasma" 


¡Pum, pum, pum! El oficial disparaba al aire, ¡pum, pum, pum!, el oficial y sus colegas cayeron, una bala en la nuca solamente, ¿usted supone lo que sucedió?, yo no.