Translate

martes, 13 de enero de 2015

Sin presencia (18)

Capítulo 18 



Día 3






Yo sé que no me despedí de ti, eres la persona más valiosa de mi vida, pero esto te ha de llegar porque tengo un gran amigo que estoy segura que te lo entregará.


¿Despedida? Esto requiere de mis seis litros de sangre, de mis entrañas, de todo lo que he sido y soy. 






Nunca fui lo suficiente para ti, no te culpo, pude ser todo y nada a la vez para ti, pero aún así te quiero, más que quererte, te amo, eres mi madre y sin ti yo no hubiese sido ni migajas, lamento no ser como tú, tan bella, tan ambiciosa, tan fuerte, tan llena de vida, llena de actitud, "de esas mujeres que sin inspirar una pasión violenta, ejercen un encanto invisible sobre todos quienes le rodean" como dice Gabriel García Marquez, en Las mil y una noches o Goethe —no estoy segura—... ¿Qué digo? Todo lo contrario de lo que soy, quisiera haber sido lo que tu querías, ser una niña especial, no sólo ser un orgullo para el mundo que es tu amigo y dentro de casa ser lo peor para ti, pero te entiendo, ni yo me quiero un poco, es extraño, mi bella flor porque he leído tanto de amor, que soy la acepción a todo libro, soy esa cosa que llaman los científicos "incertidumbre", porque amo a todos aquellos quienes en mi vida cruzan, pero sucede que yo no veo nada para amar en mi misma, incluso ni si quiera puedo verme con claridad en un espejo, créeme, pero te amo a ti, amo a mi hermano, amo a todos los inquilinos del edificio Acuarela, los amo.






Perdona por aquella vez que con tu amigo (novio) me reí del miserable, era un idiota y lo sabías, ese día estaba furiosa, a las 12:00 am él y tú llegaron a casa, y sin importar tu cansancio, te dispusiste a hacerle una cena al señor, sentí enormes celos, desde hace diez años de mi vida, no habías hecho eso ni para ti misma, ¿qué era él? ¿El amor de tu vida?, maldigo ese día, y aún así me dijiste que jamás nos mirábamos las caras en la semana y justo cuando estabas conmigo me burlaba de tí. No estoy juzgándote mamá, pero jamás estabas en casa porque no querías, lo único que deseabas era dinero, y a ese horrible hombre.






Perdona por aquel día que me embriagué, llegué con la falda rota, había robado a unos comerciantes del mercado, y debajo de un puente, fume tanta marihuana como pude, tomé whisky barato y la cocaína me mantenía viva, fue bello, pero no recuerdo nada si puedo confesar, al día siguiente me miraste con tanto odio y dijiste "¿no eras muy inteligente? Y mírate. ahora eres una pendeja, ándale por creída caíste como pendeja, te las das de muy inteligente y sigues siendo estúpida" pero si pensases un poco las cosas, algunas personas presumen de lo que carecen.






Sé que siempre creíste que yo indagaba tu "deficit de capacidad de razonar", pero no es así, disculpa que si mi comportamiento había vanidad, y que parecía petulante a tu percepción, lo siento, no eres una madre estúpida, tú lo sabes, pero creo que también sabes que soy el demonio encarnado. Soy lo peor, lo sé y me consideras como todas las locas de cada familia, lo sé, pero eso ya no importa, me iré pronto y éste demonio que presume de inteligencia, se irá de tu vida, se fue mucho antes de perder la suya, mi amigo tiene instrucciones: si muero ha de entregarte esto si no, no te dirá nada acerca de mi, y ni pienses que regresaré a casa.






Perdona todos los días que me odiaste por un momento, te estoy recordando esto para que no te duela que jamás habrás de verme de nuevo, soy la más malcriada, la peor persona, la mas burlona, la más terrible, la más cruel, y sí... ¡Sí mamá! Siempre quise molestarte cada vez que te veía, porque odiaba tanto tu desdén de "estoy cansada, tengo deudas, quiero dinero, amo trabajar hasta desgastarme los huesos", siempre quise hacerte infeliz, ese era mi objetivo contigo.

Lúbia 

No hay comentarios:

Publicar un comentario