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lunes, 20 de marzo de 2023

Madres e hijas


Cuando se habla de relaciones entre madres e hijos, se denotan los matices de los que se compone. Desde el amor incondicional de los padres a su hijo o del abandono. Ciertamente podría casi afirmar que la mayoría de nosotros, hemos tenido dificultades en la relación con nuestros padres. Es cierto que, dos generaciones tan distantes no son lo ideal en veces para llegar a acuerdos, todo tiene que ver con el contexto. Cuando veo representada la dinámica familiar entre madre e hija, es difícil no extrapolarlo a mi experiencia. Por mucho tiempo la relación con mi madre fue y es a veces complicada, tanto que pasaron meses en los cuales nunca le llamé o nos hablamos, pero ahora de adulto me doy cuenta que ya no soy problema de mi madre. Que soy problema mío. A mi madre ya no le incumbe seguirme el paso o hacerme feliz. Lo que haya hecho en mi pasado, fue lo mejor que pudo dentro de sus posibilidades de todo tipo, racionales y hasta económicas. Así perdoné a mi madre. Aunque me hubiese gustado recibir una disculpa genuina o simplemente una disculpa, ya no es problema de mi madre. Gracias a todo, soy lo que soy aunque quizá fallo y no tomo las mejores decisiones, pero sigo viva. Cada día lucho por no desistir y seguir, sigo pensando que siempre puede llegar algo mejor, sigo creyendo que el día mejorará y eso me mantiene aquí. Mi madre será de mis cimientos que me hicieron crecer; mi madre y todos los que llegaron a conocerme, todos fungieron como las personas correctas en el momento correcto y por eso agradezco a cada una.