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martes, 11 de abril de 2023

La despedida

Para ti 

Ahora no soy tan elocuente como antes, cuando estaba en mi juventud y me llenaba de esperanza a cosas nuevas. Ahora cambié, la vida me ha traído a donde estoy hoy y aunque a veces me avergüenzo de lo que soy, estoy en proceso de aceptarme. Esta es una disculpa genuina, me he victimizado todos estos años y quizá yo nunca vi las cosas claramente con amor. Hoy veo sólo que me pasaban cosas buenas y yo era quien generaba los momentos grises de silencio. Creo que todo este tiempo te culpé por cosas que no eran tu responsabilidad y te lastimé en muchos sentidos. Me hubiese gustado haberlo visto sin haberte perdido y darte una disculpa sincera para mejorar. Mi compromiso terminó cuando me dijiste que ya habías hecho mucho por mi, que era mi turno y mi ego me dejó llevar a que yo ya no te importaba y que todo el trabajo era para mi, no me parecía justo y me llené de rabia. ¿Cómo alguien me pediría que yo trabajara en algo? ¿Por qué no sólo las cosas aparecen ante nuestros ojos o me las entregan hechas? Y te ignoré, sólo veía que me presionabas y yo mantenía resistencia. Espero me disculpes y seas feliz con un nuevo amor que sepa conservarte como la persona que eres, dulce, amable, atento, cariñoso, gracioso, fuerte, independiente, tierno, guapo, inteligente, formal, muchas tantas virtudes que posees. No dejes de ser el que conocí, porque tienes un gran corazón y tuviste razón en pedirme que yo retribuyera a la misma medida, ojalá hubiese hecho caso. Y te agradezco que lo intentaste mucho y que te aferraste a mi, porque aún tenías esperanzas en mi. Yo sigo buscándolas para emerger nuevamente. Créeme que soy genuina al decir que quiero que seas feliz, que triunfes en todo lo que te propongas, que conozcas mucha gente, que ames mucho y te amen mucho de vuelta. Yo te deseo todo lo mejor y nunca me verás tratando de sabotearte. Cuando cumplamos nuestro proceso de sanar, quizá podamos vernos y reirnos de esto o quizás nunca más volvamos a cruzar miradas. De cualquier modo yo te deseo felicidad y amor. Estoy agradecida de haberte conocido y compartido tantos momentos felices contigo. Los guardaré en mi corazón para siempre. Fuiste y serás el amor de mi vida. 

Hasta siempre ♾️

lunes, 20 de marzo de 2023

Madres e hijas


Cuando se habla de relaciones entre madres e hijos, se denotan los matices de los que se compone. Desde el amor incondicional de los padres a su hijo o del abandono. Ciertamente podría casi afirmar que la mayoría de nosotros, hemos tenido dificultades en la relación con nuestros padres. Es cierto que, dos generaciones tan distantes no son lo ideal en veces para llegar a acuerdos, todo tiene que ver con el contexto. Cuando veo representada la dinámica familiar entre madre e hija, es difícil no extrapolarlo a mi experiencia. Por mucho tiempo la relación con mi madre fue y es a veces complicada, tanto que pasaron meses en los cuales nunca le llamé o nos hablamos, pero ahora de adulto me doy cuenta que ya no soy problema de mi madre. Que soy problema mío. A mi madre ya no le incumbe seguirme el paso o hacerme feliz. Lo que haya hecho en mi pasado, fue lo mejor que pudo dentro de sus posibilidades de todo tipo, racionales y hasta económicas. Así perdoné a mi madre. Aunque me hubiese gustado recibir una disculpa genuina o simplemente una disculpa, ya no es problema de mi madre. Gracias a todo, soy lo que soy aunque quizá fallo y no tomo las mejores decisiones, pero sigo viva. Cada día lucho por no desistir y seguir, sigo pensando que siempre puede llegar algo mejor, sigo creyendo que el día mejorará y eso me mantiene aquí. Mi madre será de mis cimientos que me hicieron crecer; mi madre y todos los que llegaron a conocerme, todos fungieron como las personas correctas en el momento correcto y por eso agradezco a cada una. 

lunes, 30 de enero de 2023

30 enero del 2023

El enojo es una emoción realmente intolerable, hierve la sangre, llega a la cabeza y los dientes rechinan sin pensarlo. Quizá en general no soy muy tolerante y me llego a molestar hasta por cosas insignificantes como el tránsito o la muchedumbre, pero hay niveles de enojo, desde el que mencioné al inicio y los habituales cuando eres juzgona siempre. El primero es muy personal, hay algo sumamente profundo en tu ser que te hace sentir tan indigno, miserable, triste, porque tiene mucho que ver con el amor de tu vida o con alguien de tu familia, alguien importante para ti. Cuando sientes un desdén o la.simpleza de una oración que te rompe el corazón es molesto, triste y un trago tan amargo que dura hasta que tratas de.pensar con la cabeza fria. En esas circunstancias es cuando lo hago, me desafío a no decir nada para pensar y quizá llegar a la respuesta de que no haya nada por qué enojarse o qué fue los que pudo acuchillarme de ese modo para tal enojo. Siempre termino culpandome y pido perdón, no sé si hago lo correcto para mi y mi dignidad, pero quiero paz. O simplemente espero a que pase la tormenta y esta pare. 

29 de enero del 2023

La tasa de crecimiento de una población microbiana llega a su punto cúspide cuando los recursos no son suficientes y es cuando esté parece mantenerse, si no hay recursos con los cuales sobrevivir, algunas mueren, disminuyendo así la población aunque no siempre es así. También pueden mantenerse en un estado perpetuo de baja energía. En las relaciones humanas sucede algo similar y lo he experimentado, llega un momento en el que no quedan más recursos de los cuales brindar para hacer crecer el amor o la amistad que queda estancada y en cualquier momento decrece o mantenerla viva en su totalidad. Ahora me pregunto si ya no puedo dar más o simplemente ya doy lo suficiente para mantenerla. Me siento triste de no saber qué hacer cuando parece que el aburrimiento inunda las habitaciones incluso cuando hay más de una persona, que no vea felicidad o emoción en su rostro al verme, que solo sea yo una conocida con la cual siente confort porque ya no debe esforzarse y viceversa. ¿Todas las relaciones llegan a eso? ¿A acostubrarse y ya? Me siento atada a la incertidumbre sobre la verdad, si de verdad quieren estar conmigo o no. Quizá es mi inseguridad, quizá me siento indigna de cualquier acto de amor y he ahí mi pesar.