Translate

martes, 17 de agosto de 2021

Leo cartas

 

Leo cartas, leo las cartas que por vergüenza nunca entregué, percibiendo que, cada una es una fotografía de mí misma describiendo cada aspecto que de ti me sentía segura y ampliamente enamorada. Las veo con la esperanza de dejar de idealizarte a tal grado que al final pueda aceptar que terminó. En ellas descubro que este camino, solo me llevó a una decepción profunda y dolorosa. Las reviso para aceptarme como soy, que te amé, que te tuve y que dolorosamente te dejé ir porque no era yo para ti. Para permitirme volver a creer en nuevas cosas, en vivir de nuevo algo bello, en olvidar el miedo al rechazo, en aventurarme nuevamente a las andanzas bellas del amor. He retomado las cartas porque todo lo que doy, tengo derecho a recibirlo y vuelvo a mí, porque puedo dar mucho, porque puedo darlo todo, porque me nace, porque amo al amor y sus matices, porque, aunque me duela y me pese en el alma, sé que simplemente es un dolor merecedor del síndrome de abstinencia, ya que, el amor es sustancia en el cuerpo, es placentera y muy adictiva, pero también sé que no hay amor más grande que pueda dar, que el que me he dado a mi misma. No soy perfecta, soy humana y tengo errores, quizá me equivoqué, quizá no, quizá cuando sane, me percate que fue lo correcto. Igual no importa, leo cartas para convencerme que lo que fue ya no será y habrá nuevos caminos para recorrer, nuevas misiones, nuevos mundos en los que podré viajar entre sus cielos y paisajes. Dentro he descubierto que feliz y triste puedo tener mente para lo que amo, para poder desearte que encuentres a quien sea digna de ti y seas feliz. Desempolvo las cartas para tener esperanza de que alguien es digno de mi y yo soy digna de él/ella. Leo las cartas que nunca te envié para que mi cuerpo y alma te deje ir, sanamente y sin rencores, porque pienso que, es ilógico desearle mal a alguien cuando le amaste tanto. Las dejo perderse, porque bien me gusta recordar, pero también quiero sanar y retomar.

lunes, 9 de agosto de 2021

¿Por qué es irracional e innecesario vivir con miedo de la desaprobación o la crítica?

Los ojos de los demás están desde otra perspectiva, no es físicamente posible que el mundo externo sepa lo que vivimos en tiempo real y en carne propia. Cada expectativa o critica de nosotros en aspectos no objetivos, es sólo una opinión externa de alguien que no te conoce en tu totalidad, no sabe tus circunstancias, tus pensamientos o sentimientos. Es un juez con pruebas visibles y que ciertamente dejas ver, pero no te define. Eres más que una presentación de resultados fallida ante tus compañeros de laboratorio, eres más que floja para el quehacer, eres más que tu inconsistencia de hacer cosas, eres más que tus relaciones fallidas, eres más que tu depresión, eres más que tu sentimiento de culpa y soledad, eres más que lo que comes, como te vistes, lo que calzas o la cantidad de libros que lees, eres más que ese día que te quedaste in filtro, eres más que tu desenvoltura ante la gente nueva, eres más que muchas cosas que dejas ver. Eres compleja en tu composición y la crítica es un aspecto tuyo que quizá sea verdadero, pero particionando entre todo lo que eres, es una nimiedad.

La desaprobación por su parte es de lo más fácil de alcanzar, simplemente por el hecho de saber que en el mundo hay un sinfín de opiniones, que en ocasiones compaginan y en otras no, que se encuentran en diferentes direcciones y dimensiones, son construidas desde cada perspectiva, desde lo vivido, aprendido y leído. Entonces, esperar la aprobación del mundo no tiene mucho sentido, no hay manera de conseguirlo, siempre hay más cosas fuera de nosotros y no somos Dios para complacer a todos, ciertamente Dios no complace a nadie. El miedo a la desaprobación es parecido al miedo a que llueva, no hay manera de evitarlo mucho menos con miedo, sin embargo, con la lluvia, podemos llevar paraguas y botas impermeables para la prevención de mojarnos mientras que la desaprobación es inminente y no nos concierne. Al menos la lluvia hace ríos, llena presas, riega plantas y las hace crecer. La desaprobación es un pensamiento estéril entre el mundo que es diferente a nosotros y simplemente te aísla.

Ambas partes, la crítica y la desaprobación, son inminentes en un ambiente social, es casi imposible pensar que el amor propio y nuestra autoestima se rija a base de ambas, porque, así como son fáciles de obtener en variedad, son inestables para mantener algo tan importante.