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miércoles, 13 de julio de 2016

A mis queridos lectores


Sé que les debo una enorme disculpa, he sido tan irresponsable con el blog, pero no estoy en momentos como para prometer los próximos capítulos porque aunque están escritos no me parecen dignos de leerse, son un desastre y les hace falta mucho trabajo, créanme que lo he intentado pero me encuentro un tanto mal organizada. 

Tengo que anunciarles que a pesar de no ser constante con el blog tengo muchas nuevas entradas en las que estoy trabajando y espero que les agrade. Tengo un proyecto que se encuentra más allá de lo que han leído en este blog, un tanto de sorna a nuestro querido amor, “Amor de mantis". Y por otro lado, otra entrada que espero les agrade mucho porque he indagado mucho al tema y estudiado para que lo comprendan, se nombrará "Carta para ti", este sí se acerca más a mi estilo común de diarios, entrevistas y cartas; en particular es una carta dedicada para el presente de la humanidad de un remitente que muy peculiar, espero lo disfruten muchísimo.  

Por último espero que les haya gustado el escrito dedicado al azúcar, es interesante porque lo hice debido a un problema de autoestima saludable -digámoslo así- en el que creí por un momento estar casi pre diabética, la paranoia me dominó y desesperada, hice un sin fin de cosas para aliviar mi estado y resultó que no era prediabetes. Cuando tu cuerpo se encuentra en ayuno por las mañanas, después de no consumir alimentos en la primera hora en la que te encuentras despierto, tu cuerpo comienza a consumir de tu tejido para formarlo en azúcar y después obtener energía, por lo cual, al tomarme la glucosa por la mañana tenía 103 de mi índice glucémico. Después, al tomarme la glucosa al primer minuto de estar despierta mis índices se encontraban perfectamente bien. 

Es todo por el momento; espero publicar próximamente los siguientes capítulos de “Un mundo en ocasiones utópico” y “Sin presencia”, del segundo me encuentro insegura porque al estar medianamente basada en hechos reales no quiero quitarle a este escrito el toque romántico que posee, y a mi parecer he entrado en los caminos de la política, siendo yo quien odia la política.

Fin


Siempre suya M. Aguilar.

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