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miércoles, 23 de diciembre de 2020

La persona correcta

El amor perfecto 

El amor se concibe de muchas formas y también las hay muchas formas de amar, ciertamente nadie es experto en la materia, pero hay gente que lo conoce mejor que otros. Yo acepto que ahora entiendo más al amor, claro que experimentarlo es fundamental y pensarlo mucho no lo es tanto. Mi última experiencia me esclareció algo muy simple y cliché en las películas, que el amor perfecto no existe. Porque lo pensé tanto, todo iba calculado y cuando las circunstancias me llevaban a un lugar en el que no quería estar, sólo me desilusionaba tanto que lloraba amargamente. Pero hay algo que no entendía, la idealización de una pareja está destinada al fracaso, digamos que es una frase provisional porque no estoy tan de acuerdo, sin embargo describe mucho de mi última experiencia romántica. 

Después de relaciones fallidas– la cuales no fueron tan placenteras–, me decía a mi misma que lo haría mucho mejor porque tenía en cuenta ahora todas mis fallas como pareja y por supuesto tendría comunicación. Llegó al fin el ser ideal: atento, fresco, tierno, amoroso, incluso guapo, con el cual estaba dispuesta a tener la mejor versión de mí en una relación y bueno, las cosas fueron excelentes, todo con base al manual. Y bueno, llegó el momento de toda relación en la que se requería sexo, además de otras cosas que se referían a él, como insinuaciones y toqueteos, la incomodidad dominaba al ambiente cuando el tema del sexo entraba. Incluso la primera vez de intimidad fue un momento incómodo, doloroso y nada placentero, sin embargo después del acto, quedarme en la cama mirando el techo y luego mirarlo a él, me daba tranquilidad, todo había terminado y el romance había regresado, porque en mi formación como mujer, el amor eran paseos en el parque con miradas fijas prolongadas, caricias en las manos, cosquillas y sonrisas; todo como un viaje a través de todas las películas y libros que hablan del romance, es así lo que el amor significaba para mí y quería que fuera tan perfecto como esa idealización que se había construido en mi cabeza, sin embargo, al final la realidad es un poco diferente a eso, la vida (humana) tiene más componentes.

Como les decía, el sexo: en el trayecto de mi vida siempre lo idealicé y pensaba que quizá era como en las películas, una explosión de gritos de satisfacción, caricias, besos y miradas, pero no. Muchas veces sólo mi mente pedía a gritos que todo terminara, a veces podía disfrutar, pero otras sólo sentía un pesar tan grande y hasta las insinuaciones sólo me hacían sentir rabia. Yo me sentía ajena a mi naturaleza, mientras muchos difrutaban de ello y fácilmente llegaban a la excitación, yo tenía que estar ovulando para poder llegar a tener al menos un poco de libido. El tiempo me decía que quizá era la alimentación, porque tenía al hombre perfecto, no podía ser nada más, hasta que llegué a mi limite; un día que el sexo fue tan horrible, insensible y triste que un sentimiento mayor me dominó, no paré de llorar, me sentía desvalida y toda la vida de ensueño con el ser ideal se tornó a una cruda y fea realidad. Tiempo después, sus virtudes eran cada vez menos visibles para mí, sólo miraba lo cruel y malo, pero siempre tratando de convencerme a mi misma de que todo podía superarse y continuar. Sin embargo la distancia fue el catalizador del rompimiento, tuve más tiempo de ensimismarme, tener una conversación clara y larga conmigo misma para dilucidar que ya no tenía nada que ofrecer en la relación porque el amor había terminado y pensé: "pero Mitzi, el amor no sólo es lo fisiologicamente predecible, tú sabes que el amor es más que lo biológicamente descrito, tú lo sabes y siempre lo has defendido, es solo un problema más por resolver". Y gran error, yo no estaba a gusto y él tampoco. 

Quizá a él le ocurrió lo mismo, me tuvo tan idealizada y como una figura perfecta que cuando vio una parte de mí que no era tan placentera, todo se desvaneció, pero eso no lo sé, sólo puedo hablar por mí misma. 

Pero la vida–como lo dije antes–, no es así de simple, idealizar al amor no es la manera más óptima acercarse a él, idealizar el sexo mucho menos, vivirlo, autoconocerte y saber que es lo bueno para tí, son partes fundamentales para el goce de ambas partes al máximo. 

Ahora entiendo y puedo tener esa sensación de amor, ese revoloteo de pensar en sexo como algo bueno, placentero y bello que disfrutas con la persona que amas. Obviamente la practica es fundamental, pero no descarta el hecho de que hacerlo con amor genera una explosión todavía mayor de hormonas. Asi que, supongo que el sexo no es el problema sino hacerlo con la persona correcta. 

Usted juzgará. 



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