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viernes, 8 de enero de 2021

Mujercitas

Después de una ardua jornada de trabajo en la computadora, la relajación para el día siguiente me dejó sin ideas para seguir con mis tareas de maestría o siquiera con mi trabajo de tesis, la verdad es que, como saben ustedes, la ciencia es maravillosa, pero nunca ha sido para mí aunque siga aferrándome a ella. En fin, no es un escrito sobre mis aficiones y frustraciones sino de algo en lo que me sentí identificada totalmente. Retomando el hecho de que estaba relajándome de la ardua batalla contra mi frustración en la maestría, la película Mujercitas saltó a mi vista. Tengo que admitir que me reusé mucho tiempo de verla o incluso leer el libro porque alguna vez mi padre me dijo que era de unas hermanas que encuentran el amor “y esas payasadas”. Pero, aunque no he leído el libro, la película me pareció muy cautivadora, la construcción de personajes, realmente me dejó anonadada. Uno de ellos en particular, la protagonista, es una mujer que siento que a muchas nos representaría porque al igual que ella, quería romper con todo símbolo de lo que dictaba la sociedad para ser mujer y que en sí nuestro fin era la unión con una pareja, yo también sentía vulnerabilidad por el hecho de enamorarme, de querer lo que generalmente piensan que las mujeres quieren, una familia. Y yo también traté de convencer a muchas personas, qué el amor no lo es todo y mucho menos indispensable para el buen vivir. Soñadora y cínica, trataba de romper la caja en la que nos introducía la sociedad, cuando en mi caso era más por entrar al juego de ser única, no ser banal o superficial como las mujeres son o como el mundo las describe, incluso la feminidad o a lo que llaman femenino me parecía como si la satisfacción de los demás de verme con vestido, fuese una herida en mi ego y mi dignidad. Y bien me jactaba de pensar que me estaba construyendo para ser única, inteligente, madura e insensible ante los encantos del amor, pero jamás ser como las otras, sin embargo este también es un sendero que se dirige al mismo lugar, la aprobación entre gente que busca a la chica única, así como en películas de adolescentes donde el más popular de la escuela se enamora de la persona invisible para después denotar que no es que seas invisible, es que no traes la ropa adecuada o el maquillaje adecuado, entonces encajas y eres única pero con los aditamentos que te hacen lucir bella para los demás.

Ahora que he crecido, caigo en cuenta que la realidad es otra, no tenemos que ser nada o esforzarnos por encajar o no encajar, el hecho de existir nos hace únicos, la vida, el ambiente, las circunstancias son las que te construyen y luchar por un ideal, un ideal donde estás aceptándote ser es la mayor madurez alcanzada, porque es cuando puedes verte y reconocer lo que eres, sólo así hay una oportunidad para interiorizar ideas y generar cambios.

Volviendo a la película, el mensaje está un tanto forzado porque creo que da a entender de que un ideal es tan estéril e impenetrable que no se puede cambiar de rumbo, pero las personas somos diferentes cada día y cambiamos de ideas todo el tiempo, es mucho más simple que quedarse con algo para siempre, también nos dice que el amor (romántico) se encuentra más de una vez y todos los papeles con las que cumpla una mujer están bien, siendo esposa, madre, hermana, escritora, música o actriz, los sueños de unos no son los mismos de otros y está bien soñar con lo máximo pero lo simple es igualmente sublime.

Vean la película, al fin Emma Watson actúa un poco mejor y bueno, en general las demás actuaciones son buenas. En edición dejaron mucho que desear, pero creo que la dirección y la construcción de escenas salvaron esta parte. No sé de fotografía, pero es muy agradable a la vista, en fin. Excelente fin de semana, lectores míos.

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