Capitulo 2
La luna seguía despierta, la noche aún predominaba en el cielo, pero un rayito de luz atravesó mi ventana despertándome, me levanté para cerrar las cortinas y me percaté de que un alguien había comenzado su jornada desde las 5:00 am, no tenía idea alguna de quien sin embargo sentí mucha pena por aquel; fui de nuevo a la cama y poco a poco logré conciliar de nuevo el sueño.
Desperté, miré el reloj y no había pasado mayor tiempo que cinco minutos, escuché la regadera, el agua cayendo al piso y un tarareo de una canción, era entonada, y arrulladora, de pronto ella llegó a mi mente, pero al distraerme con su recuerdo la luz se apagó y aquella melodía se disipó. Me sentí triste por no escucharla más. Eran las 7:00 am cuando desperté, tome la toalla de baño y me di una ducha, el agua fría caía por mi espalda cuando sin pensarlo comencé a tararear aquella melodía que había penetrado en mi mente dos horas antes, y la visualicé de nuevo, a ella, a esa chica con mirada tibia y sombría, no me daba curiosidad alguna en ese momento, era una simple remembranza; terminé de darme el baño y asomé la cabeza por la ventana, pude ver que la luz del departamento que emanaba música se encontraba apagada, cerré las cortinas me vestí, me calcé los zapatos, tomé un poco de café, y salí del departamento, al bajar las escaleras mire la puerta del dueño del dulce tarareo y de pronto salió corriendo una señora de cabello rizado, con tacones altos y pantalones de vestir, me sorprendió la prisa que llevaba, aunque pareciera que fuese rápido, no avanzaba lo suficiente, se atravesó en mi camino, dijo "buenos días" y se fue, en ese instante estaba seguro que aquella voz no podía ser más que la de aquel tarareo.
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