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miércoles, 17 de febrero de 2021

14 de febrero

Qué tal mis queridos lectores, el día del amor y la amistad pasó y no escribí nada para la ocasión. Por lo cual me vi a la necesidad de venir a dar mi opinión aunque nadie la pidió.

Ya estoy harta de tratar de entender a la sociedad y la cultura. Cavilar tanto sobre todo lo que me sucede en mi existencia es agotador. Y aunque estoy en contra de la forma en la que incluso el amor y la amistad son capitalizados, ya quiero descansar. Pero aun no, aun queda tiempo para seguir pensando y descubrir que no eres tú, es el sistema.

Debo admitir que desde pequeña fui un poco precoz. Estaba ansiosa por tener un amor, un romance en el que suspirara por el amor de mi vida y este lo hiciera por mí. Era doloroso e incluso llegué a llorar de rabia por el hecho de no llegar a ser amada en mi niñez y mi pubertad. La desesperación me llevó a hacer cosas, que en esos momentos no se acostumbraba y ahora tratan de visibilizarse para normalizarse, como declararse a tu amor soñado siendo mujer. Incluso en un día de san Valentín, me vestí y arreglé con mucho esmero para declararle mi amor secreto a quien yo amaba. Lo único que recibí fue rechazo y lloré amargamente. Después quedaba mi esperanza en “la amistad” y en el intercambio de cartas yo no recibí ninguna. Quedé devastada y triste, fueron los días en los que esperaba tanto y recibía nada. Es doloroso para un niño pensar que son las únicas formas de sentirse aceptado y querido, que es la única forma de crear y hacer visible un vínculo con las personas. Entonces si, el san Valentín debe visibilizarse y darse a notar por lo que es, una estrategia de marketing y nada más. Nadie debería tener una acepción distinta porque el amor no puede reducirse a recibir regalos. Es a lo que reducen al amor, cuando este, bien podría darse de muchas formas y todos los días, descubrirlo y apreciarlo día a día es por derecho. Celebren, gocen y gasten a su gusto, pero no caigan en desilusión cuando las fechas no sean las adecuadas. Si los hay días aleatorios para llorar ¿por qué no hay días aleatorios para que sea especial? Para llevar detalles o escribir poemas, para comprar chocolates y compartirlos con tu madre, para tomarte un baño caliente y hacer una noche de spa. Ese es mi único argumento, el marketing nos hace sentir tristes y diferentes a los demás por no recibir cartas o chocolates, cuando la voluntad de otros no es nuestro asunto. Dar y recibir en veces será recíproco, aceptarlo y comunicar lo que deseamos es nuestro trabajo. El  del prójimo es escuchar y el de todos es llegar a acuerdos. Vender y tener buenas intenciones a veces no van en consonancia. No confíen en el mercado que usa las deficiencias para vender, haciéndo creer que ellos tienen lo que a nosotros nos falta y que fácilmente puede ser adquirido. 

En fin, usted juzgará.

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