Aislamiento

 Qué tal mis queridos lectores y lectoras, esta escritora está de vuelta con una nueva experiencia. Últimamente he realizado cambios en mi vida debido a mi gran ensimismamiento durante la insufrible cuarentena, uno de ellos ha sido mantener conexiones con gente que amo, procurando amistades, demostrando interés y afecto. Porque ciertamente mucho tiempo atrás pensé que quien tiene interés, lo demuestra y que la gente debería llevar a cabo dichos comportamientos para conmigo, pero yo jamás fui reciproca, yo permanecía en mi posición de esperar a ser amada. Llegué a la conclusión de que tener iniciativa no te arrebata nada, en caso de que no haya nada recíproco, las cosas no cambian, hay más gente, se pueden generar nuevos lazos. Las relaciones interpersonales son verdaderamente necesarias para el buen vivir, y aunque mucho tiempo pensé que no necesitaba de nadie para ser feliz y que mi destino era permanecer sola, la realidad es que generar lazos fuertes y profundos con quienes puedes hablar sobre cómo ves la vida, cómo te sientes en el día, tus sentimientos, tus emociones, lo que piensas, te ayudan a construirte, a replantear tu perspectiva ante diferentes situaciones. Las personas por fuera solo llevan puesto un traje que nos ayuda a juzgar y generar conclusiones, y quizá tratemos de ser empáticos y pensar que no siempre se es de ese modo, que todos tienen diferentes circunstancias que los convierten en lo que son, pero no aligera el peso de la comparación, donde te pones en juicio y te cuestionas si tuviste muchas equivocaciones para no haber llegado al mismo lugar, sintiéndote inválido. Pero escuchando, observando lo que la gente tiene que decir, te abre la mente a que no eres el único sintiendo pesar por no encontrar tu camino, que no eres el único perdido, no eres el único con incertidumbre por el futuro, la empatía es miscible entre tus pensamientos, esta queda mayormente interiorizada dentro de ti y la tomas como conocimiento ante lo que pueda venir. Las relaciones interpersonales son tan necesarias para librar las oscilaciones de la vida que incluso construyen nuestra autoestima, permite validación desde ambas partes, cuantas cosas nos dan las personas adecuadas, cuan bien se siente sentirse querido y valorado, qué hermoso es amar.

 

El aislamiento es la peor condición humana a mi parecer, no hay nada más que tu mismo y terminas odiándote. No digo que aprender a estar solo y se autónomo sea malo, hablo de que no hay mundo más bello y diverso que el que se encuentra fuera de lo que eres. Siento que funcionamos un poco parecido al sistema inmune, sólo ante los patógenos, ante la información que se le presenta, cambia y se adapta para protegernos de los agentes externos, pero no sucede sin la información adecuada. Así en la sociedad, si no tenemos otras fuentes de las cuales podamos absorber algo, no hay manera de incorporarlo. En fin.

Usted juzgara.